Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO, RD.- Juan Cruz Trifflolio, conocido en su círculo interno como “PEPE” es un hombre que ha acumulado una vasta experiencia a lo largo de sus años de servicio en diferentes funciones. Como sociólogo y comunicador, su capacidad para transmitir conocimientos y experiencias de vida lo hace una figura de respeto y admiración en su comunidad.
Durante una reciente conversación, se adentró en la importancia y el rigor de ser bombero, profesión que exige mucho más que valor; requiere un conocimiento preciso y habilidades desarrolladas.
Al preguntarle sobre los conocimientos que se necesitan para combatir un incendio, Cruz Triffolio, con la serenidad y autoridad que lo caracteriza, explicó: «Para apagar un fuego, es esencial saber cómo manejar el agua, ya sea en forma de chorro turbina o chorro macizo.
Cada situación requiere una técnica distinta para ser efectiva». Pero sus enseñanzas no se quedaron ahí. Nos habló de la Ciencia del fuego, un área de estudio fundamental que permite a los bomberos comprender el comportamiento del fuego y los combustibles, y cómo controlarlos de manera eficaz y segura.
Los bomberos, según Triffolio, deben dominar un conjunto amplio de habilidades y conocimientos:
Tácticas de combate de incendios y rescate: Un profundo entendimiento de las estrategias necesarias para realizar operaciones de extinción y rescate en cualquier condición, sea de día o de noche, con lluvia o en medio de un calor sofocante.
Habilidades analíticas y pensamiento crítico: Elementos cruciales para evaluar rápidamente una situación y tomar decisiones que puedan salvar vidas y propiedades.
Habilidades de comunicación e interpersonales: Necesarias para coordinar acciones con otros bomberos y con la comunidad, asegurando que todos estén informados y puedan actuar en equipo.
Conocimiento técnico y destreza: Desde el manejo de mangueras y escaleras hasta el uso de herramientas especializadas para romper techos o abrir puertas bloqueadas.
Valor y resistencia física: No solo para enfrentar las llamas, sino también para soportar horas de trabajo extenuante y momentos de peligro extremo.
El apreciado hijo de Salcedo, La Flor de la Patria, agradece como maestros de su modesta formación bomberil al mayor de la honorable institución, Francisco García y los coroneles Claudio García y Vinicio Corniel, entre otros responsables y disciplinados oficiales, quienes con su preparación, experiencia y dedicación constituyen verdaderos paradigmas histórico del honorable Cuerpo de Bomberos en la referida demarcación territorial y el país.
Juan Cruz Triffolio no sólo ve la labor de un bombero como una profesión, sino como un compromiso con la sociedad. La responsabilidad que recae sobre sus hombros es inmensa, y por eso, recalca la necesidad de preparación constante y de trabajar en equipo. “La capacitación nunca termina; cada incendio enseña algo nuevo”, concluyó.
La conversación dejó una enseñanza poderosa: ser bombero no es solo apagar fuegos, es un arte y una ciencia que exige un equilibrio entre conocimiento técnico y habilidades humanas.