Los dominicanos en Nueva York “Entre la lucha diaria y el brillo en la piel al retornar”

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Por Roberto Veras

SANTO DOMINGO, RD.- En un reciente encuentro virtual en las redes sociales entre colegas que visitamos de vez en cuando la ciudad de Nueva York, y también de residentes, nos hicimos una pregunta simple pero reveladora: ¿Cuáles son los temas más frecuentes que hablan los dominicanos en la Gran Manzana?

Las respuestas no tardaron en surgir y pintaron un retrato fiel de las inquietudes diarias de nuestros compatriotas en la urbe neoyorquina. Desde que se levantan, los dominicanos en Nueva York inician su jornada atento a la temperatura, un dato crucial en una ciudad donde el clima puede ser impredecible. Luego, echan un vistazo al precio del dólar en Santo Domingo, como si su economía dependiera minuto a minuto de esa fluctuación.

El costo de los huevos también es un tema recurrente en los últimos días, quizás porque, aunque estén lejos, el hábito de calcular el gasto en productos esenciales sigue acompañándolos. Entre las actividades cotidianas está revisar el «appointment» para algún trámite pendiente, ya sea en el consulado, en la corte o en un centro médico. También buscan cartas y catálogos de los centros comerciales para no perderse las ofertas y descuentos de la semana.

El pago por hora en el trabajo es otra de las conversaciones infaltables. La comparación de salarios y oportunidades entre distintos empleos es una práctica habitual, al igual que estar al tanto de los itinerarios de las iglesias que ofrecen ayuda a los más necesitados. No faltan quienes verifican constantemente el precio de los boletos aéreos hacia la República Dominicana, pues el deseo de regresar a casa, aunque sea por unos días, está siempre presente.

Los cupones de descuentos y las tarjetas de rebajas que llegan por correo también son un tema importante. Saber aprovechar al máximo cada dólar es una habilidad que los dominicanos han perfeccionado con el tiempo. Y, por supuesto, la conversación cotidiana no está completa sin el cálculo del «cuadre económico» de la semana: ingresos, gastos, envíos de dinero a la familia y lo que queda para ahorrar o disfrutar un poco de la vida.

Curiosamente, a pesar de la disciplina y el esfuerzo que implica vivir en Nueva York, cuando regresan a su país de origen, muchos dominicanos se mofan de su «brillo» y del buen pasar que les ofrece la Gran Manzana. Pero la realidad es que la vida en el extranjero no es tan fácil como la pintan, y detrás de cada sonrisa al volver, hay una historia de lucha y sacrificio que pocas veces se cuenta con detalles.

Nueva York es, sin duda, un reflejo del tumulto del dominicano, de su espíritu trabajador y de su arraigada conexión con la tierra que los vio nacer. Y aunque el día a día esté marcado por preocupaciones económicas y ajustes financieros, el sueño de una vida mejor sigue siendo el motor que impulsa a tantos compatriotas en la ciudad que nunca duerme.