CARACAS.- En Venezuela se registró este martes otro episodio que agudiza la tensión y la polarización política que se vive en ese país.
En esta oportunidad en pleno debate que se desarrollaba en la Asamblea Nacional, de las palabras se pasaron a los hechos.
En medio de una discusión por créditos adicionales, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, se negó nuevamente a darles la palabra a los diputados que no reconocen a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, sin embargo en esta oportunidad los diputados fieles a Capriles se fueron preparados y empezaron una protesta, en un principio pacífica, pero que finalmente terminó en golpes.
Los asambleístas entraron al hemiciclo con una pancarta en la que se leía “Golpe al parlamento” acompañada de pitos y cacerolazos, de esta forma exigieron respeto a la palabra, sin embargo, la protesta fue interrumpida, según denunció la oposición, por agresiones orquestadas por dirigentes del PSUV.
No soy el único golpeado, han golpeado a varios diputados, hay que responsabilizar directamente al señor Diosdado Cabello», presidente de la Asamblea Nacional, «que quiere someternos a un examen hasta que nosotros reconozcamos a Nicolás Maduro», dijo el legislador Julio Borges, luciendo golpes en el rostro, en el canal privado Globovisión.
Por su parte, la parlamentaria oficialista Odalis Monzón también denunció haber sido «atacada por la bancada opositora» y agradeció a sus compañeros por «defenderla», en declaraciones al canal oficial de la Asamblea Nacional.
Justo antes de que se desatara la violencia, la mayoría chavista de la Asamblea votó a favor de quitarle el derecho de palabra a los diputados opositores, alegando una medida de reciprocidad por el desconocimiento opositor a la victoria de Maduro en los comicios del 14 de abril.
Tras la votación, se escucharon pitos y gritos de los opositores -que protestaban la medida-, que no pudieron ser vistos porque está prohibido el acceso de periodistas al hemiciclo y las cámaras del canal de la Asamblea enfocaron el techo y las paredes, antes de suspender sus transmisiones.