EUROPA.- Las filas de desempleados en la Eurozona se hicieron todavía más largas en marzo, generando un nuevo récord, mientras que el estimativo oficial de la inflación para abril cayó. Esto ha fortalecido la posición a favor de una política monetaria más relajada.
Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea (UE), dijo que la tasa de desempleo ajustada cada temporada llegó a 12,1%, aumentando con respecto al 12% de marzo y al 11% de hace un año.
El desempleo juvenil fue casi el doble de la tasa principal y no hubo señales de mejora en los países más golpeados: España y Portugal.
En el corto plazo, las cifras más recientes son una razón más para que el Banco Central Europeo (BCE) reduzca las tasas de interés cuando su junta directiva se reúna mañana; incluso a pesar de las dudas sobre si el recorte logrará estimular a las economías que han sido más golpeadas por la crisis de deuda.
Formalmente, el BCE no juega ningún papel en reducir la tasa de desempleo, pero las cifras de la inflación, que arrojan una desaceleración del 1,7% en marzo al 1,2% en abril, probablemente son más que suficientes para justificar un relajamiento, aun a los ojos de los miembros más conservadores de la junta directiva. El trabajo del banco es mantener a mediano plazo la tasa por debajo pero cerca de 2%.
Según los economistas, la aguda desaceleración en la inflación, generada por la caída en los precios de la energía luego de marcados incrementos a finales del año pasado, y posiblemente influida también por las fiestas de Pascua, puede revertirse parcialmente el próximo mes. No obstante, pone de relieve los bajos riesgos de un alza repentina.
En España, el 26,7% de las personas estaba sin empleo y poco menos del 56% de ellas es menor de 25 años. Las evidentes divergencias en la Eurozona quedaron de nuevo resaltadas por la diferencia con Alemania, donde la tasa se mantuvo a un nivel estable de 5,4% con respecto a hace un mes.
Las cifras probablemente alimenten de nuevo el debate sobre los méritos de la austeridad fiscal aplicada sin excepciones, que ensombrece la actividad económica. Las medidas a más largo plazo para liberar los mercados laborales, que tienen la intención de acompañar los programas de austeridad, aún no han tenido efectos claros. Marie Diron, asesora económica de Ernst & Young, dijo que las cifras fortalecían la posición a favor de un recorte en las tasas del BCE y demostraban que “la naturaleza y el ritmo de la consolidación fiscal debe ser revisado y corregido”.
Si el BCE reduce las tasas de interés, lo más probable es que reduzca un cuarto de punto porcentual de su principal tasa de financiación, lo cual la llevaría a 0,5%. Pero no es probable que les otorgue mucho alivio inmediato a los presionados países del sur de la Eurozona, porque sus bajas tasas de interés no se están trasladando a las empresas y hogares.