PANAMA.-Los indígenas panameños ngöbe buglé volverán a las calles a partir del 9 de abril si continúan las obras de la hidroeléctrica de Barro Blanco, advirtió hoy Ricardo Miranda, del Movimiento 10 de Abril.
El dirigente indígena calificó como una burla del gobierno que cuando todavía ni siquiera se ha formado el grupo de expertos extranjeros que hará un peritaje independiente, el Ejecutivo no haya suspendido el proyecto Barro Blanco.
Miranda lamentó que ahora se diga que el área de incidencia del proyecto será menor, cuando para nadie es un secreto que la hidroeléctrica sí tendrá un impacto negativo en la región como ha dicho Naciones Unidas.
Acusó al gobierno de estar violentando las leyes concernientes a los derechos de los pueblos originarios.
La dirección de la comarca indígena había expresado estar satisfecha con el informe de la comisión especial de Naciones Unidas que dictaminó afectaciones a esas comunidades de continuarse las obras.
Dicha comisión comprobó que sí resultarán afectadas las casas, la cultura, y que el estudio de impacto ambiental no se cumplió con rigurosidad. Por su parte el sacerdote Eusebio Morales, garante del diálogo entre el gobierno y los ngöbe, abogó por un rápido peritaje independiente y los resultados que se den todas las partes tendrán que acogerlo.
La misión de ONU conoció el modo de vida de los habitantes de Kiad, Quebrada Caña y Nuevo Palomar, y su relación con el entorno, con una economía de subsistencia en la cual los suelos de aluviones al borde del río Tabasara son un activo vital.
Con el embalse, señala, se estarían perdiendo las pocas tierras productivas con que cuentan.