Deterioro de la Avenida Los Palmearos en Santo Domingo Este provoca caos vehicular y peatonal

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Los hoyos ocupan casi toda la avenida en ambos carriles, lo que obliga a los conductores a zigzaguear entre los hoyos para evitar el deterioro de sus vehículos; aunque a que a la vez ponen sus vidas, propiedades y pasajeros en riesgo. (Foto de Diario Libre)
Los hoyos ocupan casi toda la avenida en ambos carriles, lo que obliga a los conductores a zigzaguear entre los hoyos para evitar el deterioro de sus vehículos; aunque a que a la vez ponen sus vidas, propiedades y pasajeros en riesgo. (Foto de Diario Libre)

SANTO DOMINGO ESTE, RD.- El deterioro de la avenida Los Palmeros, mejor conocida como la marginal de la autopista Las Américas, en Santo Domingo Este, ocasiona un gran caos del tránsito a decenas de miles de residentes desde el kilómetro 10 en Las Américas, a la altura de la urbanización Tropical del Este, hasta el sector Invidorex, en la avenida del Hipódromo V Centenario, especialmente durante las horas pico del tráfico.

Los hoyos ocupan casi toda la avenida en ambos carriles, lo que obliga a los conductores a zigzaguear entre los hoyos para evitar el deterioro de sus vehículos; aunque a que a la vez ponen sus vidas, propiedades y pasajeros en riesgo.

Existen tres áreas pobladas de boquetes que ralentizan el tránsito. El primero en sentido desde el Oeste hacia el Este, a la entrada de un popular centro comercial, esquina avenida Los Palmeros, con calle Mónica. El segundo en la intersección con la calle Oeste, donde se encuentra la «Farmacia Irina», y el tercero en los frentes del Templo Nazareno.

La formación de los boquetes se debe a que el sistema de drenaje pluvial se encuentra atiborrado de enormes cantidades de botellas plásticas, las que no permiten el flujo del agua. Esto provoca largas inundaciones y humedad que, con el paso de los vehículos producen el daño de las calles.

En fecha de 4 de abril de 2011, Diario Libre se hizo eco del problema y una semana después fue reparado por el Ministerio de Obras Públicas, a la sazón los vecinos reportaron que los boquetes consuetudinarios se debían a la acumulación de las aguas en la zona, lo que evidentemente no se ha resuelto pese a la cercanía del mar Caribe, a menos de 200 metros lineales de la avenida.

En aquella ocasión Ernestina Pina Méndez, propietaria de un pequeño negocio cercano a la avenida, se decía «cansada de denuncias sin respuestas de las instituciones públicas».