Presidente Medina, la Diáspora lo Espera..!!

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Su pronta intervención, además de contribuir a mejorar la imagen y el posicionamiento electoral del partido en el gobierno, el cual no vivió su mejor experiencia en la pasada contienda electoral, fortalecería el liderazgo local peledeísta que, a decir verdad, actualmente, no luce trajinar por los senderos más expeditos.
Su pronta intervención, además de contribuir a mejorar la imagen y el posicionamiento electoral del partido en el gobierno, el cual no vivió su mejor experiencia en la pasada contienda electoral, fortalecería el liderazgo local peledeísta que, a decir verdad, actualmente, no luce trajinar por los senderos más expeditos.

Por JUAN CRUZ TRIFFOLIO
Sociólogo – Comunicador
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En la agenda del presidente Danilo Medina Sánchez ha de ser incluida, con urgencia, una “visita sorpresa” a la plaza neoyorquina.

El heterogéneo liderazgo de la denominada diáspora dominicana guarda en el tintero interesantes y variados temas que constituyen parte su fardo de preocupaciones en el cotidiano vivir, al tiempo que requieren de una posición firme e inmediata del mandatario dominicano.

Su pronta intervención, además de contribuir a mejorar la imagen y el posicionamiento electoral del partido en el gobierno, el cual no vivió su mejor experiencia en la pasada contienda electoral, fortalecería el liderazgo local peledeísta que, a decir verdad, actualmente, no luce trajinar por los senderos más expeditos.

Asimismo, la presencia y rápida intervención del gobernante dominicano en la búsqueda de alternativas de solución a varios de los principales problemas que atolondran a una gran parte de nuestros compatriotas en la rutilante y bulliciosa Babel de Hierro podría traducirse una vía idónea para que la percepción de la imagen y la valoración de la ejecutoria del mandatario criollo continúe proyectándose, tal como viene ocurriendo en el país, cada vez más positiva.

Como parte del Rosario de temas a tratar, se sugiere que Medina Sánchez preste una atención especial al disturbio creado por el magistrado Rosario al anunciar el cierre de las oficinas de la Junta Central Electoral, sin aparentemente aquilatar las consecuencias que tan traumática decisión produce entre los dominicanos y las dominicanas residentes la Gran Unión Norteamericana, principalmente en New York y algunos Estados adyacentes.

Asimismo, el ejecutivo de la nación dominicana, no ha de dilatar tiempo para empezar a compartir y escuchar con el liderazgo nacional en exterior, tal como ocurre en sus frecuentes visitas a distintos puntos de la geografía nacional, sus preocupantes y angustiosas reflexiones en torno a la posición anunciada por dos poderosa líneas aéreas que, alegando razones de crisis económica, modificará las rutas de sus vuelos al país, sin importar sus repercusiones para sus usuarios dominicanos.

Quiérase o no, sin hiperbolización alguna, es una especie de llamado a la condena a través del aislamiento, además de una invitación a no olvidar qué podría ocurrir en el en caso de una catástrofe natural que obligue a una intervención de emergencia o solidaridad, sin por otro lado obviar, el engorroso, prologado y costoso proceso que próximamente tendrán que realizar nuestros compatriotas cuando por cualquier razón y fruto del vivir, tengan la obligación de transportar, vía aérea, a un ser querido fallecido en el exterior.

Y qué decir del mercado de los productos frescos, como el ají cachucha, el recao, el apio y el aguacate criollo que por su consistencia no resiste ocho días de transporte marítimo, pero que la mano invisible lo quiere en Filadelfia y New York, por ser delicioso, amén del mercado de flores que se desarrolla en gran parte de la Republica Dominicana, esto sin contar con las exportaciones de pescados frescos que se realizan hacia Estados Unidos, entre otros rubros que demandan la presencia de productos nuevos y lozanos diariamente.

Por eso, entre otras razones, urge la presencia y determinante intervención de presidente Danilo Medina Sánchez en New York, donde tantos valiosos y laboriosos criollos desean concretar planes, proyectos y programas que reflejen un cambio de actitud y valoración gubernamental ante ellos y su problemática cotidiana.

Es trascendental, más que llevar el manilo mensaje de aliento, empezar a definir y ejecutar de manera conjunta los mecanismos que de forma efectiva amplíe y dinamice la comercialización de los productos agropecuarios, en el mercado exterior, dando mayor participación a aquellos dominicanos que han podido trascender en la administración de sus múltiples establecimientos en el mercado Norteamericano.

Es hora de hacer realidad la transformación de nuestras misiones consulares y diplomáticas en procura de aportar, real y efectivamente, a la proyección una imagen más positiva de República Dominicana en ultramar y de contribuir con mayor eficiencia ante aquellos que, por diversos motivos, se vieron obligados a salir de su lar nativo inducidos por el denominado e inalcanzable sueño americano.

La acción es ahora… Escuchar y accionar es ya..!!

La diáspora sacrificada, laboriosa y siempre dominicanista lo espera… Manos a la obra, Señor Presidente..!!