Justin Bieber provoca una pelea en una discoteca

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El cantante inició una batalla campal que arrastró a sus guardaespaldas y a un grupo de jóvenes.
El cantante inició una batalla campal que arrastró a sus guardaespaldas y a un grupo de jóvenes.

NEW YORK.- Justin Bieber perdió el control con un desconocido que se encontraba en la misma discoteca South Pointe (Southampton, Nueva York) a la que acudió con el fin de disfrutar de una noche de diversión, una velada que terminó en una pelea que involucró tanto al equipo de seguridad del cantante como a los amigos del joven que provocó al intérprete.

Sin embargo, el motivo inicial que habría ocasionado la furia de Justin Bieber podría haber sido la confrontación previa que mantuvo con una chica que trató de agredirlo en la zona VIP que tenía reservada el canadiense, pues este encontronazo provocó que el anónimo personaje apareciera en escena para recriminarle su actitud, desencadenando así la batalla campal que tuvo lugar poco después.

«[Bieber] se volvió completamente loco. Se desgarró la camiseta mientras gritaba enfurecido», describió un testigo que presenció la escena al periódico New York Daily News.

Los guardaespaldas del artista juvenil intervinieron rápidamente y sacaron a Justin Bieber fuera del local con el fin de rebajar su nerviosismo, mientras en el interior del club se fraguaba una sangrienta pelea entre los acompañantes y los detractores del ídolo adolescente. A tal nivel de crudeza llegó el conflicto, que los presentes en la pista de baile recuerdan ver numerosos rostros ensangrentados en la sala.

Otra razón para el descontento que produjo la estrella del pop en los presentes fue ocasionado por la extrema violencia con la que sus guardaespaldas trataron a los fans ansiosos por conocer personalmente a Justin Bieber. Según informaron varios testigos al mismo medio, el joven llegó a la discoteca alrededor de las dos de la madrugada y ocupó la zona reservada tras enviar a cada uno de sus guardaespaldas a los accesos del exclusivo reservado.

Durante toda la noche, el equipo de seguridad del canadiense se mostró autoritario e intimidante con las demás personas que se encontraban en el local, cegando con sus potentes linternas a cualquiera que intentara tomar una fotografía del cantante.