Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El mes pasado, la Universidad de Columbia canceló una conferencia que sobre la «obra» del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, dictaría su nieto Luis Ramfis Trujillo Domínguez (hijo de Angelita Trujillo), alegando la participación directa del tirano en el secuestro y asesinato del catedrático español Manuel de Jesús Galindez.
Trujillo Domínguez, fue invitado por una organización judía, paras que hablara sobre los aportes de su abuelo, quien abrió el primer asentamiento para los israelíes víctimas del holocausto de Hitler en Alemania, y que tuvieron que salir huyendo, aposentándose a partir de 1938, en Sosua (Puerto Plata).
Pero la rectoría de la Universidad Yeshiva, situada en la calle 186 y avenida Amesterdam en el Alto Manhattan, también decidió cerrarle las puertas al señor Domínguez Trujillo, cancelando un panel, que se llevaría a cabo del estreno de un documental sobre la colonia judía en la República Dominicana.
En el panel, programado para ayer martes 17 de junio, entre 4:00 a 6:30 de la tarde, participaría también la doctora Ramona Hernández y otros expositores.
Hernández, directora del Centro de Estudios Dominicanos de City College (CUNY), decidió cancelar su ponencia en la actividad y se dijo que lo propio hicieron otros invitados.
Entrevistado telefónicamente por este reportero, sobre la decisión de Yeshiva, Domínguez Trujillo dijo que no ha recibido ninguna notificación oficial de la alta casa de estudios y que desconoce las razones que se tuvieron para cancelar el panel.
Empero, achacó la medida a la «agitación» de «grupos» que están creándole problemas a su presencia y actividades en Nueva York.
«Estamos esperando, pero ellos simplemente dijeron que la participación mía, la estaban cancelando y que la doctora Hernández, decidió voluntariamente no participar en el panel», explicó el señor Domínguez Trujillo.
«Sé que es algún grupito que está tratando de interrumpir nuestras actividades aquí, en Nueva York, en busca de notoriedad», añadió el nieto del dictador.
Explicó que en su ponencia en el panel cancelado, iba a resumir el respaldo de su abuelo a los judíos que salieron huyendo de la Alemania Nazi y que fueron también víctimas del holocausto.
«El panel iba a estar integrado por cinco exponentes, que íbamos a hablar sobre la mano que se le dio a la comunidad judía en ese momento, así como sobre la historia pasada y presente, y la lección que debemos aprender respecto a la solidaridad de mi abuelo, el generalísimo», dijo el nieto.
Dijo que el dictador, les dio todo tipo de facilidades a los judíos que llegaron a Sosua, a los que les entregó una vaca, una mula, ochenta acres de terreno y todas las herramientas necesarias paras que pudieran producir en el asentamiento, además de construirse la sinagoga.
«Nadie, excepto el gobierno de mi abuelo, quiso darles la mano a esos judíos, como se demostró en la Convención de Evian de 1938, donde ningún país aceptó a los inmigrantes judíos», agregó Domínguez Trujillo.
«El gobierno de mi abuelo, les dio 100.000 visas, de las cuales 5.000 fueron entregadas y 800 usadas para entrar a la República Dominicana», detalló.
Sostuvo que en esa época, Sosua, era un remanente de las instalaciones de la corporación United Fruit Company y que usaban el litoral como un embarcadero para importar guineos al extranjero, especialmente a los Estados Unidos.
«Lamentablemente, lo que queda en Sosua, de esa cantidad de judíos, son 45 familias», añadió Domínguez Trujillo.
Terminó diciendo que regresará a Nueva York en los primeros días de julio.
