El costo de una torpeza presidencial

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AUTOR: Lic Domingo Plácido - ABOGADO

POR LIC DOMINGO PLACIDO

Pienso que los dominicanos quisiéramos cambiar de temas, está la Guerra en la Franja de Gaza ahora que se olvida un poco la de Urania y se agota el tema de las primarias y encuestas del PRM, que tanto dolor de cabeza le están dando a ese partido.

Tal vez debíamos hablar del Anteproyecto de Presupuesto y Ley General de Gastos Públicos, casi olvidado en el Congreso Nacional y que se verá afectado por el incremento en los precios del petróleo que fueron consignados a unos UD$ 81.00 el barril y hoy cerró a USD$ 89.29 o del dólar que se está elevando silenciosamente a RD$ 57.00 y el Gobierno lo prevé a RD$ 60.25: Eso es más inflación.

Quizás del precio del azúcar que, a RD$ 45.00 la libra y escaza, está enseñando a tomar café amargo y, a las industrias de repostería, sin ventas ni empleos, porque, blanca, no hay: El tema de los precios es una diabetes crónica que silenciosamente está matando de hambre a la gente.

Que la luz cada vez está más cara y los apagones más largos y frecuentes, es un tema que esta como el de la delincuencia “está resuelto” … según las declaraciones de prensa del Gobierno: Recuerden que el Gobierno resuelto cada problema con un espacio pagado en la prensa.

Escribo esto porque quisiera dejar de escribir de Haití, pero es imposible, el mundo, los haitianos y Luis Abinader, no me permiten olvidar el tema.

Al momento de escribir este artículo, leo en la prensa, al menos cuatro noticias en primera página sobre Haití, por un lado Traudeux, Primer Ministro de Canadá pide a las elites de la tierra de Toussaint, que se pongan de acuerdo y permitan que la ayuda internacional fluya… como si eso fuera posible ¡que candidez! El negocio de los haitianos es la ayuda internacional.

Por el otro veo que la ONU, reitera las sanciones… como si eso sirviera de algo y, desde luego, Kenia, se pone de moda con el tema haitiano; por un lado un Juez dice que no y por el otro, el Congreso aprueba el envío de tropas porque a USD$ 700.00 mensuales, es un buen negocio.  Gratis, no será.

Pero lo más sintomático, el termómetro de la fiebre del Gobierno que intenta convertir en éxitos diplomáticos sus terribles fracasos, son las declaraciones del Gobierno; hasta el Canciller, el peor que hemos tenido, dejó de ser mudo. Sólo que cada vez que habla… era mejor que callara.

El presidente Abinader, por su parte, que trasladó la mitad de las fuerzas armadas y su equipo militar para bloquear la frontera, como si de allá viniera alguien a invadirnos con un ejército – ya nos invadieron con las 400 mil visas que ha dado -, no acaba de admitir, que eso fracasó, que el canal se hizo a pesar de ello.

Tampoco admite nuestro soberbio jefe del Estado que el lance diplomático, también lo perdió porque como aconsejó Leonel Fernández, Abinader debió agotar esa vía primero y la dejó de último cuando ya había fracasado en el terreno de los hechos: Es como alguien que después de ponerse los pantalones intenta ponerse, encima, la ropa interior.

Es imposible, impensable, que el Gobierno de Luis Abinader, no entienda que la última burla del Gobierno haitiano, en cabeza de Ariel Henry, que jugó con él como con un niño, es mantener el cierre fronterizo al comercio; es además un acto astuto que aprovecha los errores de Abinader para entregar la única actividad económica – el comercio fronterizo – que no controlaba la oligarquía haitiana que ahora tienen ese mercado. Los pobres vociferan en la frontera, pero quienes no quieren la apertura son los miembros del comercio y la industria haitiana que, ahora se ríen de la falta de visión del Gobierno dominicano que, con sus bravuconerías, quebró a los productores dominicanos y destruyó un comercio de USD$ 1,000 millones que costó años crear.